Sandro

Roberto Sánchez, más conocido por su nombre artístico “Sandro”, fue un destacado cantautor argentino de baladas románticas, rock y pop en español, famoso en todo el continente. A su vez, incursionó en múltiples oportunidades en cine, como actor protagonista e incluso como director.

Nació el 19 de agosto de 1945 en la ciudad de Buenos Aires, vivió junto a sus padres en Lanús, un barrio suburbano de la zona sur de la capital, donde pasó su infancia y gran parte de su adolescencia. Su pasión por la música nació desde niño junto con sus amigos del barrio que se sintieron fuertemente atraídos por la música y las actuaciones del cantante estadounidense Elvis Presley, desde sus inicios en 1955-1957, a quien comenzó a imitar en su último año de asistencia a la escuela primaria.

Su primera “actuación”, que lo marcaría por el resto de su vida, fue el Día de la Independencia argentina a finales de la década del 50’, en el acto de su escuela, cuando su maestra de 6º grado lo invitó a realizar su conocida imitación de Elvis, llevándose los aplausos y la ovación del público asistente. Fue entonces que despertó su vocación por la actuación musical.

A los 13 años abandonó sus estudios secundarios y se dedicó a la música. Sus primeros aprendizajes se los debe a un amigo guitarrista llamado Enrique Irigoytía. Ambos formaron un dúo de voces y guitarras, donde comenzaron a participar en concursos de canto en los suburbios de la capital, en los que el joven Roberto Sánchez hacía una versión del bolero “Quién será” del compositor Pablo Beltrán Ruiz. Inmediatamente lograron un gran reconocimiento y comenzaron a formar varios conjuntos.

A comienzos de los años sesenta, Sánchez adoptó el nombre artístico de Sandro. Su primera actuación con ese nombre fue en un local llamado Recreo Andrés, donde formó el grupo “Los Caniches de Oklahoma”, que luego de de un año se llamaron “Los de Fuego”, donde grabaron su primer sencillo, un rock en castellano de su autoría, «Comiendo rosquitas calientes en el Puente Alsina», una de las primeras canciones grabadas de rock argentino. 

Los 60’ para Sandro fue muy importante porque logró consolidar su carrera artística como solista y junto a su grupo, publicó cinco álbumes de rock, actuó en series de televisión y cine. También, fue evolucionando en sus ritmos, incluyendo música latina en su nueva banda llamada “Black Combo”. 

Entre los años 1969 y 1980 realizó 12 películas donde él era el protagonista principal, en los que aparecieron  grandes éxitos que son recordados en la actualidad, como  «Rosa, Rosa», «Guitarras al viento», «Hasta aquí llegó mi amor», «Por eso bebo», «Cuando existe tanto amor», entre otras. 

En 1970, se convirtió en el primer artista latino en actuar y llenar el famoso estadio del Madison Square Garden, en Nueva York, actuando en vivo en dos recitales, frente a más de 50.000 espectadores.

Con una fama que se extendió por todo el mundo, se convirtió en ídolo y representante del continente, comenzando a ser conocido con el nombre de su noveno álbum, Sandro de América, en tanto que la grabadora CBS lo consideró el n.º 1 de la región. 

En la siguientes épocas los homenajes de nuevos artistas no se hicieron esperar, tanto así que durante la década de los 90 artistas argentinos y de Latinoamérica le rindieron tributo lanzando un CD homenaje al “padre del rock en castellano”. En noviembre de 2005, consiguió el Premio Konex de Platino al mejor solista masculino de pop/balada de la década, junto con Diego Torres y, en Los Ángeles, le hicieron un homenaje y le otorgaron el Premio Grammy Latino por su excelencia musical como cantautor y actor, y por su trayectoria artística.

Numerosos homenajes se realizaron hacia la figura del gran ídolo de América después de su muerte el 4 de enero de 2010, colocándose placas en el teatro Gran Rex (la sala más grande de Buenos Aires), donde presentaba sus espectáculos los últimos años, las autoridades bautizaron plazas con su nombre y se levantaron  monumentos en diferentes ciudades de la Argentina. En 2011, el Festival de Viña del Mar le rindió un homenaje a quien hizo delirar al público chileno; esa noche estuvo la viuda del «Gitano» para presenciar el evento.

Por decir lo menos, Sandro, no es ídolo en Argentina, sino que es ídolo del continente, con fans que en su mayoría eran mujeres jóvenes en la década del 60’, que hasta la actualidad escuchan sus canciones deleitándose con su voz especial y recordándolo con sus tradicionales bailes sensuales y movimientos de cadera. 

(Algunos textos fueron extraídos del sitio baladasdelcielo.com)